CAPÍTULO 11: Las piezas de un puzzle.

¿Lo voy a coger? Miro la pantalla y me muerdo el labio, noto la mirada de Dani mirando, esperando espectante... se supone que es nuestra semana pero claro, después de esta semana está Lucho... sin entender la razón, cuelgo la llamada y apago el móvil, miro a Dani que me sonríe haciendo que automáticamente lo haga yo.

Llevo desde ayer sin cogérselo, está enfadado, lo sé, yo también lo estaría pero es lo que me pide el cuerpo y es lo que hago, lo siento...

Me acerco a Dani de nuevo y lo beso de forma tierna siguiendo con lo de antes como si no hubiera pasado nada. Él me rodea la cintura con un brazo acercándome a él, y la otra mano la lleva a mi mejilla, besándonos así. Estando de esa forma, besándonos entre sus brazos me hace sentir tranquila, me hace sentir bien. Si en algún momento tengo sentimientos de culpabilidad y de que no estoy haciendo lo correcto él hace que se me borren todos esos pensamientos... me evade de la realidad y muchas veces no sé si eso es bueno o malo...

Dani es esa persona que aparece en tu vida y te la pone patas arriba, no importa lo planeado o calculado que tengas todo, con una mirada lo revoluciona todo y eso me asusta, aunque no puedo evitar seguirle.

Anna: Se nos va a hacer tarde con tanto beso y no vamos a ir a la playa... -me río entre besos-.

Dani: Shhh... calla y disfruta -me dice entre besos- no hay que ir solo porque estuviese programado...

Me río dándole la vuelta y me pongo encima de él sentada en su cintura.

Anna: Martínez... no se me manda a callar... -me río bromeando- ¿es que no sabes con quién te estás besando o qué? -digo algo sensual mientras miro su camisa comenzando a desabrochar los botones-.

Dani: Te veo acelerada… -se ríe pero me deja hacer- estoy besándome con mi mejor amiga... ¿y tú? ¿sabes con quién te estás besando?.

Lo pienso y me pongo nerviosa... estoy besando a Dani, mi mejor amigo, el que me contaba sus historias con chicas, el que no sabe sentar cabeza, el que siempre anda de fiesta... y yo estoy desmontando mi vida por besarle durante una semana...

Me hago la dura y le hablo en el mismo tono que antes.

Anna: Ajam... con mi mejor amigo... o al menos eso era antes al igual que yo para él... -desabrocho otro botón- con el chico que estaba loco por mí hace 3 años... -desabrocho otro-.

Dani: No te flipes Simon... -se ríe-. 

Anna: Ah, ¿no? ¿y desde cuando te gusto? quiero decir... ¿desde cuando me ves como algo diferente a una amiga?

Dani: ¿Quién te ha dicho a ti que te veo como algo más?

Trago saliva, parece que lo dice en serio pero su sonrisa traviesa y pícara lo delata y entiendo el juego.

Anna: Pues no sé... tus gestos... tu forma de sonreírme.... tu forma de comerme con la mirada -digo desabrochando otro botón con cuidado- no sé... cosas que te delatan...

Dani: Pues yo de momento veo mas urgencia en ti por desnudarme que por mi parte, ¿eh?

Anna: Eso es porque ahora te has acojonado...-me acerco a sus labios- pero te mueres de ganas...

Dani: Creída... 

Me susurra también y atrapa mis labios con los suyos besándome de nuevo, me gana una vez más y le sigo el beso con ganas mientras desabrocho el último botón de su camisa y se la abro...

Sus manos van a mi camiseta y empieza a subirla sin prisa, me estremezco, el corazón empieza a palpitarme rápido, se deshace de ella y la echa a un lado.

Sus manos viajan acariciándome los costados y la espalda repitiendo el mismo viaje una y otra vez mientras me desahogo de su camisa y la tiro al suelo. Paso mi mano por su pecho como queriéndome grabar en mis dedos cada rincón de su torso.

Sus manos asciendesn ahora por mi espalda recorriendo mi columna, se topan con la tira de mi sujetador y con un hábil movimiento abre el cierre, le muerdo el labio y suspiro, él sonríe y baja los tirantes de mi sujetador deslizándolos por mis brazos y tirándolo al suelo.

Me sonrojo algo avergonzada y lo beso para que no lo note.

Anna: Veo que tienes mucha práctica en quitarlos... -me río sin dejar de besarlo-.

Se ríe y me aprieta contra él para que me sienta cómoda sabiendo que hablo por los nervios, sigue besándome sin más un rato, hasta que me nota tranquila y entonces con cosquillas, baja sus manos por mi espalda y las acomoda en mi trasero acariciándolo, suspiro tragando saliva y eso que aún tengo los pantalones, noto como el sonríe victorioso, el cabrón... pero acabo sonriendo yo también mientras llevo mis manos bajando por su tripa, topando con su cinturón y se lo desabrocho.

Nos da la vuelta, y la verdad prefiero que él lleve las riendas, se le ve seguro de sí mismo, sabiendo lo que hace, mira mis pechos y suspira, los acaricia con sus manos lo que hace que yo emita un gemido y acariciando mi tripa va a desbrochar mis pantalones cortos tirando de ellos, los lanza y aprovecha para terminar de quitarse los suyos.

Se vuelve a poner encima de mí acomodándose y pongo mis manos en su culo apretándolo más a mí y así notar su parte más íntima en la mía, suspiro en el beso, me está poniendo a 100 y no sé si es lo que debo de hacer...

Sus besos bajan a mi cuello y eso anula totalmente mis pensamientos... nunca me había excitado tanto y mucho menos en el primer encuentro que aún no se saben bien los gustos... Dani comienza a bajar mis bragas y yo lo imito bajando sus bóxers...

Se roza con mi sexo unos minutos mientras no deja de besarme, lo que hace que suelte algún que otro pequeño gemido que intento contener pero que no puedo.

Se separa un poco de mí.

Dani: ¿Estás segura? -me pregunta mirándome a los ojos a escasos cm de mis labios-.

Anna: No he estado más segura en mi vida Dani...

Sonrie y me besa, no le he mentido, es la verdad, nunca he estado más segura en un primer encuentro de querer avanzar de lo que lo estoy hoy, y que me lo haya preguntado ha ratificado esa seguridad.

Al poco siento que va entrando dentro de mí, y lo que siento, a parte de un increíble placer, es algo que no se puede explicar con palabras... es como si de repente un puzzle encajase, como si dos partes de ese puzzle hubieran estado separadas por algo siempre y se encuentran, encajan a la perfección y completan la imagen.

Me besa de forma tierna y dulce de la misma manera que se mueve dentro de mí, me hace estremecerme, gemir, suspirar, me hace sentir de todo al ser tan cuidadoso y no sabe lo que significa eso para mí...

Nunca había sentido esto, ni este placer, ni estas emociones, enlaza nuestras manos y las apretamos mirándonos a los ojos cuando juntos, entre gemidos, llegamos al clímax.

Se acerca y me besa la frente, cierro los ojos sintiendo ese besos, me deja otro en la punta de la nariz y me besa suavemente los labios.

Me abrazo a él cuando cae a mi lado y apoyo mi cabeza en su pecho haciéndole cosquillas ahí tras taparnos, subo la mirada apoyando mi barbilla en su pecho y lo observo como respira agitado al igual que yo con los ojos cerrados, sonrío y le doy un beso en la barbilla. Sonríe, abre los ojos y se agacha a besar mi frente, cerramos los ojos disfrutando de las pequeñas caricias del otro.

Y ahora, en este instante, me siento plenamente feliz, llena, completa...