CAPÍTULO 9: Mi debilidad.

He pasado todo el día evitando las llamadas de Lucho y evitando a Dani. Sé que no es la solución, pero tengo la cabeza hecha un lío y antes de hacer más daño a uno de los dos, prefiero volver a organizar mi cabeza. Por eso he quedado con Meri que ahora vendrá a mi habitación,no he podido ni bajar a cena, necesito sacar esto fuera, y Meri es de mis mejores amigas. Llama a la puerta, voy casi corriendo a abrir y ahí esta ella, con pañuelos, un bote de nocilla y pan de molde, sonríe y yo también aunque de pronto me cae una lágrima.

Anna: Eres la mejor... -Digo cerrando la puerta-.

Meri: -Me achucha fuerte-. Tenemos todo un bote de nocilla para hablar, y de los grandes.

Nos sentamos en la cama, abro el pan de molde y la nocilla comenzando a untarla, creo que contarlo me va a costar el tarro entero...

Anna: Me besé con Dani. -Sin rodeos, clara, concisa e inmediatamente muerdo el pan con lágrimas en los ojos-.

Miro a Meri, que me mira con intención de que siga contándole, su cara no tiene la expresión de sorpresa que yo me esperaba, sino todo lo contrario, es más, me parece que hasta esboza una pequeña sonrisa. Le cuento como pasó todo, como he tenido mi cabeza hecha un lío los últimos días y mi mala conciencia por hacerle esto a Lucho.

Meri: Anna... no sé, sí, le has hecho eso pero tampoco ha sido nada grave... es un beso, sólo eso, porque para ti sólo ha sido eso ¿no?

Anna: -Suspiro- Pues claro -digo no muy convencida- o... no, ay yo que sé, es que ahora mismo no sé si estoy peor por Lucho o por decirle a Dani que sólo ha sido una debilidad...

Meri: ¿Y sólo ha sido una debilidad?

Anna: -Suspiro y me unto otra rebanada- Dani es más que un momento...-Los ojos se me llenan de lágrimas e intento evitar que caigan- Empiezo a pensar que...que Dani es mi debilidad, mi...mi algo pendiente...-suspiro- me estoy volviendo loca Meri...estoy con Lucho, se supone que no tengo que pensar en nadie más.

Meri: Tú lo has dicho, se supone, pero nosotros no controlamos lo que sentimos Anna...

Anna: Pues vaya mierda -digo mordiendo la rebanada con lágrimas, Meri se ríe levemente y yo también-

Meri: Pues sí pero es lo que hay... está hecho polvo Annita, me imaginaba que os había pasado algo...

Anna: -Me caen mas lagrimas al oirle decir que esta hecho polvo- ¿Si? ¿cómo lo sabes?

Meri: Ya sabes que Dani y yo siempre nos lo hemos contado todo, y ha hablado tambien con Nacho...-Se calla pero la miro para que siga hablando- Anna no puedo contarte mucho porque no seria justo pero...solo te direlé que esta hundido, y que también esta hecho un lío, no sabe que le pasa contigo pero no lo puede controlar...como te pasa a ti, supongo...

Eso es lo único que me faltaba por oír, lo único que me faltaba para que las lágrimas que llevaba conteniendo todo el rato se me escapen a la vez.
Dejo a un lado la rebanada que me estaba comiendo y me abrazo fuerte a Meri, que ella me corresponde, y lloro soltando todo lo que llevaba soportando todo el día.
Me acuna en su pecho, me acaricia el pelo y así intenta calmarme, permanecemos así un rato, dejo de llorar pero nos quedamos así en silencio.

Anna: En el fondo siempre me he preguntado como sería estar con Dani -Confieso por primera vez en mi vida y esa revelacion me sorprende hasta a mí misma-.

Noto como Meri esboza una sonrisa, parece que todo esto no le sorprende nada y sin embargo a mi misma
sí... Me separa de ella y me seca las lágrimas que me quedaban.

Meri: Ahora mismo vas a ir a buscarlo y vais a hablar los dos -La miro sorprendida- Venga, péinate un poco y lávate la cara, vamos.

No sé por qué pero le hago caso, me levanto, me peino un poco, le doy un último abrazo y me acompaña a la puerta de la habitación de Dani, me abraza fuerte dandole fuerza y cuando se va, doy tres toques a su puerta. Al poco, que a mí me parecen largos minutos, Dani cabizbajo y en boxers abre la puerta, al verme rasca nervioso su nunca.

Dani: Anna...

Me pongo nerviosa al igual que él, trago saliva, se me eriza la piel al verlo así y al pronunciar mi nombre.

Anna: hola... ¿puedo... pasar?

Él me asiente con la cabeza y se aparta de la puerta para que pueda pasar, me vuelvo cuando está cerrando la puerta y no puedo evitar que mi vista vaya a su culo. No, no puedo, suspiro tranquilizándome, a la cara Anna, míralo a la cara.
Se vuelve a mí y rápidamente levanto mi vista, por suerte sigue cabizbajo, incapaz de mirarme por lo que no se da cuenta, no soporto verle asi, no puedo, y sin pensarlo me lanzo a rodearle su cuello y abrazarlo fuerte.

Anna: perdóname Dani -le digo apretándolo más y pegando nuestras tripas- mentí...no eres un momento de debilidad, no lo eres mi niño..

No me abraza, se mantienen firme mirando hacia el suelo, le sigo insistiendo con palabras y rompe a llorar apoyando su frente en mi hombro y ahora sí me abraza por la cintura fuerte. Me mata verlo así, nunca lo había visto llorar y creo que pocos lo hacen.
Lo mantengo abrazado a mi un rato, ambos llorando, cojo su cara entre mis manos separándonos un poco, lo miro, le limpio las lágrimas.

Anna: No lo eres Dani...-me mira avergonzado, no puede dejar de llorar y aparta la mirada- Eres mi debilidad Dani...

Y en un impulso vuelvo a besarle, y esta vez soy yo la que lo hace, no es algo de los dos como anoche, soy yo la que recorta la distancia, la que atrapa dulcemente sus labios entres los mios...él se sorprende pero se deja besar, entreabro nuestras bocas y entonces se atreve a abrazarme firmemente por la cintura pegandome a él. Le agarro la cara para que no se separe y le acaricio la perilla mientras lo sigo besando, voy retrocediendo mis pasos hacia dentro de la habitación sin separar nuestros labios, nuestras lenguas juegan y nuestras lágrimas siguen cayendo por nuestras mejillas terminando uniéndose en una en la comisura de nuestros labios.
Llegamos a los pies de la cama y lo tumbo en ella sin dejar de besarle, nos colocamos de lado ambos y seguimos nuestro beso así. Dejo sus labios un instante para parar las lágrimas que caen por sus mejillas, le beso la frente, la nariz y vuelvo a besar sus labios, con la misma ternura pero más intenso, con la seguridad que tenemos ahora ambos de que el otro no se va a apartar.

Me pongo boca abajo apoyando uno de mis codos en el colchón y el otro brazo en su pecho cuando se pone boca arriba, vuelvo a unir nuestros labios. Le voy dando besos y me separo unos milímetros, y así constantemente mientras él me hace caricias en la espalda. Le acaricio el pelo mientras tan solo nos miramos, me acerco y le doy otro suave pico que él me responde.

Anna: ¿Sabes? sé que esto no es lo correcto, pero no puedo evitarlo...puede ser una locura pero necesito vivirlo.

Dani: Anna... yo no te quiero obligar a nada y te entiendo...

No deja de hacerme caricias y yo me derrito, le niego con la cabeza y le doy otro beso antes de contestarle.

Anna: No me estás obligando a nada, he sido yo la que te ha besado -le acaricio la cara-.

Dani: Yo tampoco sé qué me esta pasando contigo...yo ahora tampoco buscaba una relación, pero tú no eres una más Anna, no sé que esta pasàndome...

Anna: Yo tampoco...pero necesito vivirlo o me lo preguntaré constantemente -Me besa y le respondo.

Ahora es él el que me separa con cuidado de sus labios y me mira, se la pregunta que viene ahora, la esperaba, suspiro esperando a que la haga...

Dani: ¿Y qué pasa con Lucho?.