CAPÍTULO 20: Tiempo.

Todo lo que me dice me deja sin palabras, no se muy bien que decir ahora, todo lo que ha dicho es cierto... me gusta que me vuelva loca, lo único que sigo queriendo es a él y me da miedo, sí, miedo...

Anna: Tienes razón, sí, tienes razón, ¿vale? -digo aún algo alterada pero calmándome un poco-

Su rostro no se relaja, me ha escupido las verdades a la cara y sigue mirándome con cara de enfado, con dureza... esperando a que diga algo, y tengo la sensación de que sabe perfectamente que palabras quiere que salgan de mí.

Dani: Tengo razón y... ¿qué más?

Anna: -suspiro, sigue cabreado, pues nada, como él quiera- ¡¿Pero que te esperas que diga Dani?! ¿Que te quiero? ¡¿Que estoy enamorada hasta los huesos de ti?! ¿Es eso lo que quieres oir? Pues ya está, ya lo has oído, ¡que parece que me quieres humillar!

Dani: ¿Que te quiero humillar Anna? ¿Que te quiero humillar? -ríe irónico, anda hacia la puerta pero en lugar de salir vuelve hasta donde estaba- Soy yo el que está jodidamente enamorado de ti, muriéndome de ganas por estar contigo sabiendo que estás con otro, dime Anna, ¿qué es más humillante?

Suspiro y miro hacia abajo no sabiendo que decir...

Dani: Eso, no digas nada, ¡como siempre cuando no sabes como afrontar algo!

Anna: Es que no se que decir Dani,! joder! ¡¡No lo se!!

Se sienta en el sofá, con la mirada clavada en la tele a pesar de que está apagada, habla sin apartar la mirada de ahí.

Dani: Pues si ya lo has dicho todo, si no vas a hacer nada por cambiar esto... yo no tengo nada más que decir...

Cojo mi bolso cabreada dispuesta a irme pero le miro de nuevo mirando la pantalla apagada y me doy cuenta de que no me quiero ir, de que lo quiero a él y de que no lo puedo ver así.

Suelto de nuevo el bolso y me siento a su lado mirándolo aunque él a mí no.

Anna: ¿Te puedo... te puedo proponer algo...? -digo con algo de temor a que me hable de nuevo cabreado-.

Me mira, sin decir nada, pero al menos parece dispueto a escuchar, y eso me vale, por lo que me decido a hablar.

Anna: Vamos a intentarlo... vamos a estar juntos, dejaré a Lucho… -en su cara se va dibujando una sonrisa que tal vez ahora se borre- pero de momento, en secreto...

Noto como esa sonrisa se borra como esperaba y resopla.

Dani: Anna, no, lo siento pero no puedo… -se levanta de nuevo cabreado-

Anna: ¿Pero por qué no? -me levanto detrás de él- te estoy diciendo que lo voy a dejar dentro de un tiempo... no puedo dejarlo ya... puede ser egoísta pero le haría mucho daño ahora mismo…

Dani: Ah ¿y si lo dejas en un mes no le haces daño Anna? ¿Y yo qué? ¿Tengo que aguantar que pasees con él, que le cojas la mano, qur le beses, que hagáis el amor hasta que te decidas a dejarlo Anna? ¿De verdad me valoras tan poco como para pedirme que aguante eso?

Anna: Esto no es cuestión de valorarte o no Dani, que por supuesto que te valoro, muchísimo, pero las cosas no son siempre fáciles ¿sabes?

Dani: No, no lo son, pero tú lo complicas todo mucho más de lo que ya lo son.

No sé que decir...me da la sensación de que cualquier cosa que diga ahora solo va a provocar otra discusión, y lo que menos deseo ahora es pelear con él. Respiro hondo, trago saliva y me levanto.

Anna: Creo que... -titubeo- que va a ser mejor que me vaya...

Dani: Pues nada, si lo piensas dejar todo así... adiós...

Lo noto dolido y me rompe por dentro pero ahora mismo no puedo hacer otra cosa si él no quiere...

Me voy... salgo de esa casa a pesar de que lo que me apetece es quedarme junto a él en el sofá y llenarnos a besos como aquella semana, aquella increíble semana que cambió mi vida, pero ahora no puedo.

Me voy a la rueda de prensa del hormiguero donde pongo mi mejor sonrisa y hago como la que no me pasa nada, por fuera parece que estoy genial, descansada del verano y los demás lo ven… pero por dentro... por dentro estoy rota y sin saber bien que hacer con mi vida privada.

A pesar de que en el trabajo, familia y amigos me va genial, no puedo evitar sentirme algo vacía, incompleta... porque me falta él...

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La semana siguiente viajo a Vitoria, quizás el cambio de aires y la distancia me siente bien... en un principio iba a ir y volver en el mismo día, luego pensamos  en quedarnos y así ver un poco más del festival.

Presentamos "Por arte de magia" por las calles de Vitoria y tras la rueda de prensa nos vamos a pasar la tarde, cenamos por aquí y pronto cada uno a sus habitaciones.

A la mañana siguiente bajo a desayunar donde ya supongo que estarán los demás pero al pasar por recepción para ir al comedor... no, no puede ser... ¡mierda!