CAPÍTULO 12: Besos sabor a...

Los días en Málaga pasan, hoy es viernes por la tarde, el lunes temprano nos vamos a Madrid y de ahí me voy a Mollet.
Al fin hablé con Lucho, estaba enfadado, como me imaginaba pero lo tranquilicé diciéndole que se me había quedado sin batería y que cuando le colgué estábamos en un espectáculo.
A veces me siento culpable, muchas, pero después viene Dani y me hace olvidarme de todo...
No le conté que he hablado con Lucho, también me siento culpable por ello, pero era algo que debía hacer. Estos días con Dani están siendo como un cuento, y una parte de mí no quiere que acaben, me encantaría poder alargar el tiempo que nos queda, pero no puede ser... este cuento tenía muy claro dónde empezaba y dónde terminaba, ese era el pacto.
Es curioso que mi historia de... de amor más bonita e intensa sea la que tenga que acabar, quizá por eso ha sido tan especial, porque hemos saboreado cada segundo sabiendo que el tiempo corría en nuestra contra.
Supuestamente hacíamos esto para saber que sentíamos por el otro y la verdad, sigo igual, no se que siento realmente, se estoy muy feliz cuando estoy con él, en sus brazos, en sus labios... pero no si lo necesito conmigo para siempre... quizás cuando vuelva a Barcelona y no esté con el si sepa si lo echo de menos y lo que quiero.
Pero he empezado a plantearme qué siento por Lucho...a lo mejor no echo de menos a Dani, pero estar tan bien con él, sentir tanto con él, me ha hecho ver que lo de Lucho no se parece en nada...y el amor no debería ser así, es más, si fuese verdadero amor no sentiría estas cosas por Dani.
Suspiro, no se que voy a hacer cuando vuelva, cuando hablo con Lucho sonrío, lo echo de menos a veces pero otras no...
Alguien me saca de mis pensamientos...
Dani se revuelve a mi lado en la cama, no ha habido noche ni siesta que hayamos dormido separados, abrazados todo el rato, sonrío y le acaricio la cara, voy dibujando su rostro como queriendo grabarlo para siempre en mis huellas, y según sigo el va sonriendo más por las leves cosquillas, y cuanto más sonrí él màs lo hago yo.
Anna: Hola dormilón...
Veo que sonríe ampliamente cuando le hablo y abre los ojos poco a poco sin borrar su sonrisa.
Dani: Hola Simon...
Tira de mi brazo para que me agache poniéndome a su altura y me besa de una forma dulce.
Me gusta cuando me besa con esa seguridad, con decisión, le apetece y me besa haciendolo natural, espontáneo...le sigo el beso de la misma manera, lo termina con un pico y nos quedamos así, rozando nuestra nariz, disfrurando de sentir la respiración de otro, nunca he sido tan ñoña como  con él, estoy segura de que Dani tampoco...hoy cada beso tiene sabor a despedida aunque ninguno de los dos lo diga.
Lo voy a echar de menos, claro que lo voy a extrañar... despertarme y no verlo a mi lado, no ver la cara de niño que tiene cuando duerme.. sus besos, la forma de sonreírme cuando están los demás delante, sus caricias para que me quede dormida cuando me siento culpable que aunque no lo diga el lo sabe...
Decido no pensar más en eso, aún me queda sábado y domingo, lo tengo que aprovechar cien por cien.
Anna: Dani...podríamos perdernos la noche del sábado - Me sonríe y automáticamente lo hago yo-
Dani: Claro mi niña -Me acerca a él- Va a ser nuestra noche, nuestra...
Le corto de la mejor manera que pueden cortarte, con un beso, no quiero que lo diga, no quiero que pensemos más en eso, quiero vivir ajena a realidad como todos estos días. Él me entiende, y complaciendome como toda la semana me sigue el beso, cuando menos lo esperi me hace cosquillas haciendo que no deje de reír.
Grito, pataleo y me retuerzo en sus brazos entre risas de ambos.
Tras un rato suplicándole que pare lo hace y respiro acelerada a su lado, suspiro tranquila.
Dani:  Joder, que parece que has echado un polvo hija -Se ríe y le doy un golpe en el brazo bromeando acabando yo también soltando una risa-.
Me coge y me acerca a él besandome apasionadamente, colocandome encima de él y bajando sus manos hasta mi culo, sonrío al entender que quiere y muerdo su labio tirando de él.
Anna: O sea, que quieres que el polvo te lo pegue ahora
Asiente y nos echamos a reír los dos pero volvemos a besarnos con todas las ganas que nos tenemos, como dos imanes que estas separando a la fuerza y al fin dejas que se juntasen.
Pronto el suelo de la habitación queda cubierto de una alfombra hecha por nuestra ropa y nuestros gemidos y besos mientras hacemos el amor se vuelven los protagonistas en el ambiente lleno de amor y pasión a la vez.
Descando apoyada en su pecho aún encima de él, no deja de darme besos en la frente ni de acariciar mi espalda sin importarle que esté sudada, hacer el amor con él me agota, porque nunca nos conformamos con una vez aunque ambos llegamos siempre a la vez,  él luego siempre me cuída, aunque sea él quien haya hecho todo el trabajo, y me colma a mimos hasta que me recupero.
Le dejo un beso en los labios y lo miro a los ojos mientras con mis dedos le aparto los pequeños pelitos del flequillo que tiene pegado en la frente por el sudor.
Anna: ¿Qué tal esta vez? -Pregunto sin apartar la vista de sus ojos-
Dani: Pff... -Sonríe- genial, de las mejores... -Me da un pico y sonrío ampliamente- Anna...
Lo miro fijamente a los ojos, sé que va a decirme algo importante, algo que por una parte me muero por oír, pero por otra deseo no saber, porque quizá si lo oigo no voy a poder ignorarlo nunca, y este parentesis dejaría de ser un respiro de nuestras vidas pasando a marcar un punto de inflexión.
Anna: Dime...-Me oigo decir finalmente, mi lado emocional ha ganado de nuevo al racional-.
Noto que traga saliva, se que el tampoco sabe si debe decirlo porque es algo que no es una tontería y menos para mí que soy la que estoy "engañando", me mira a los ojos, veo sinceridad y ternura en sus ojos, nunca los había visto brillar de esa forma...
Dani: Te quiero.